domingo, 15 de abril de 2012

La expansión en el arte

Si tomamos la definición de expansión como la acción de extenderse dilatarse o agrandarse, podremos entonces acercarnos un poco más al concepto de “expansión en el arte”, no se trata de una mayor producción de la obra de arte tradicionalista, hablamos de la posibilidad que los años 60s y 70s nos brindaron, haciendo que se desbordaran las concepciones de producción de los artistas y hasta de los espectadores.

En nuestro caso en la escultura las posibilidades se ampliaron mucho, suscitando una nueva visión del espacio, del tiempo y de la percepción que podemos tener hacia la imagen, tomando como referentes todos los ismos y vanguardias que se venían dando y que se consolidaron en diferentes formas de ver la tridimensionalidad en la actualidad, involucrando a los diferentes campos sociales y físicos dentro de la obra y su creación. Así hoy en día es común apreciar obras de escultura expandida con elementos sonoros o digitales, la virtualidad y sus consecuencias han provocado que nuestro enfoque de la cosas se transformen hacia la pluralidad, que se ve reflejada en las obras contemporáneas.

La pluralidad de ideas y de sistemas de producción es lo que hace que tengamos tan numerosas formas de percibir el arte y sea válida casi cualquier forma dentro de los medios de expresión plástica, estamos ante una hibridación conceptual y técnica. Ya que lo importante no es él como, si no el que. Como lo afirma Luis Alejandro Montes Rojas en su escrito “la relación entre los conceptos de cuerpo y escultura” donde en los últimos años la sociedad se ha visto afectada social y culturalmente, lo cual ha dado pie a que nuestras ideas de identidad se transformen, y se redefinan nuestros mismos principios de cuerpo, espíritu y mente, propiciando que nuestras manifestaciones estéticas varíen en su forma y concepción, pero teniendo siempre como eje central la corporeidad que nos provee la existencia. Así cada sociedad independientemente de su forma de entenderse y producirse tendrá su personalidad, cada época tiene sus particularidades y se verán reflejadas en el cuerpo de una obra enriquecida por las diferentes redefiniciones y representaciones de la realidad.

Así pues La validación de la obra no se basa en la pureza de la técnica, lo que nos permite jugar casi de forma obligatoria con la manufactura y la concepción de la obra. Apropiarnos de lo inexplorado y crear nuevas formas con lo que ya conocemos son puntos fundamentales para la confección de una mente, un cuerpo y un espíritu en la contemporaneidad.

Jaime Eduardo Trujillo Marulanda

No hay comentarios:

Publicar un comentario